domingo, 17 de febrero de 2019

16 de Febrero: Milagro Eucarístico de Santarém (1247)

16 de Febrero
Año: 1247
Lugar: Santuario del Santísimo Milagro de SANTARÉM, Portugal

Múltiples Milagros Eucarísticos


Milagro Eucarístico de Santarém

La iglesia de San Esteban en Santarém, Portugal, es hoy conocida como el Santuario del Santo Milagro. Actualmente la Sagrada Hostia se conserva en un Trono Eucarístico del siglo XVIII, ubicado en la parte superior del altar mayor. El Milagro Eucarístico de Santarém es considerado el más importante después del de Lanciano. La Sangre sigue en estado líquido, más de 700 años después de ocurrir el milagro. Por eso se dice que el milagro continúa.

Trono del Altar de la Iglesia Santarém,
en el cual se encuentra expuesto el Milagro.


Fecha del milagro
Varios historiadores del siglo XV afirman haber leído el documento original, hoy desaparecido, en el cual se narra el milagro ocurrido el 16 de febrero de 1247 en Santarém, Portugal.
Otros documentos datan el milagro el año 1266, la fecha registrada en la copia comisionada por el rey Alfonso IV en 1346. La disparidad de fechas puede muy bien deberse al hecho de que la misma Hostia ha sido causa de innumerables milagros en diferentes años.

El primer milagro
Entre los años 1225 y 1247 vivía una mujer en Santarém que era muy infeliz, pues estaba convencida de que su esposo le era infiel. Utilizó todas las astucias que se le ocurrían para atraer a su esposo, pero sin ningún resultado. Desesperada ante su situación, visitó a una hechicera del pueblo, la cual le prometió que su esposo volvería a amarla como antes con la condición de que la pagara llevando una Hostia Consagrada.
Esto asustó mucho a la mujer, pues sabía que aquello era un grave sacrilegio, pero finalmente accedió.
Al recibir la Comunión en su iglesia parroquial de San Esteban, no la consumió sino que salió de la iglesia inmediatamente, se sacó la Hostia de la boca y la puso en un nudo de su pañuelo de cabeza.
Por el camino a la casa de la hechicera, la Sagrada Hostia comenzó a sangrar. La mujer no se dio cuenta de lo que ocurría hasta que se lo comunicaron otros transeúntes, pensando que era ella la que sangraba. El pánico estremeció el corazón de la mujer. Se fue a su casa y puso la Hostia, envuelta aún en el pañuelo, en el fondo de un baúl de cedro donde guardaba sus pertenencias.
Cuando su esposo llegó a la casa esa noche, se fueron a dormir.
En la total oscuridad de aquella habitación comenzaron a salir del baúl brillantes rayos, haciendo que la pareja se despertase. Vieron entonces una espectacular visión de Ángeles adorando la Hostia sangrante. La mujer no pudo más y confesó el gran pecado a su esposo. Los dos pasaron el resto de la noche arrodillados en adoración y reparación ante la Hostia Milagrosa.
Por la mañana informaron al Sacerdote de la parroquia, el cual fue a la casa y devolvió la Hostia a la iglesia de San Esteban en solemne procesión.
La Hostia continuó sangrando durante tres días. Finalmente el párroco se decidió a ponerla (aún sangrando) en un relicario de cera de abeja. Allí permaneció la Sagrada Hostia por mucho tiempo hasta que ocurrió un segundo milagro.

Segundo Milagro (¿1340?)
Una vez que el sacerdote abrió la puerta del Tabernáculo, el envase de cera se había roto en muchos pedazos. En su lugar había un envase de cristal que contenía la Sangre de la Hostia mezclada con la cera. Ésta se puede aún contemplar junto al relicario mayor, que es de 1782.







En la actualidad la Sagrada Hostia se mantiene en un trono Eucarístico del siglo XVIII, sobre el altar mayor.

Los milagros continúan
A través de los siglos, la Hostia ha sangrado varias veces y en ella se han visto aparecer varias imágenes de Nuestro Señor. Entre los testigos está San Francisco Javier y un arzobispo de Lisboa quien llegó a romper el cuello de la ampolla de cristal en su afán de detener el flujo de Sangre.
Se han hecho estudios e investigaciones. Las más importantes son las de 1340 y 1612, que probaron sin lugar a dudas la autenticidad y antigüedad del Milagro Eucarístico.
La Sangre sigue en estado líquido, 750 años después de ocurrir el milagro.
Muchos Papas han concedido Indulgencias Plenarias al Milagro Eucarístico de Santarém:Pío IV (1559- 1565): Concedió Indulgencias a los peregrinos que visiten la Iglesia.San Pío V y Papa Pío VI: Confirmaron los privilegios a los peregrinos que visitan la Iglesia.Gregorio XIV (1590-1591): Concedió Indulgencias Plenarias a todos los miembros de la hermandad del Santo Milagro en su día de entrada a la hermandad y en el día de su muerte.
Muchos Santos están de alguna manera vinculados con Santarém y el Santo Milagro:San Francisco Javier: Visitó la Iglesia del Santo Milagro y dio testimonio de las gracias que recibió ente Él, las cuales le ayudaron a descubrir su vocación de misionero antes de ser enviado a la India por el Rey de Portugal.
Santa Isabel de Portugal: La Mayoría de los Reyes de Portugal desde aquella época, han visitado el Milagro Eucarístico. Las más famosas visitas fueron las de la Reina Santa Isabel en 1295 y en 1322. Una de ellas fue para pedir ante el Milagro Eucarístico la paz entre su esposo, el Rey Dionisio, y su hijo, el futuro Alfonso VI, que estaban en guerra. Pidió que la Hostia Milagrosa fuese llevada en procesión por las calles. Ella misma acompañó la procesión, despojada de su corona y joyas. Se cubrió de cenizas, caminando descalza, con una soga alrededor de su cuello. Este acto penitencial de la Reina fue muy agradable al Señor, quien le concedió la paz y reconciliación entre su esposo y su hijo.

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