Nuestra Señora de Częstochowa
El Monasterio de Jasna Góra, Santuario
católico más importante de Polonia, se fundó en el año 1382, después de haber
recibido los Padres Paulinos un famoso icono bizantino, que según la tradición
sería la ‘Odighitria’ atribuida a San Lucas, conocida como la Madonna Negra. En
años posteriores este monasterio se convirtió en centro de peregrinaje,
contribuyendo al crecimiento de la población adyacente de Czestochowa.
Uno de los documentos más antiguos de Jasna
Góra establece que la pintura viajó desde Jerusalén, vía Constantinopla, hasta
llegar finalmente a Czestochowa en agosto de
1382. Según la leyenda, después de la Crucifixión de Jesús, cuando la Virgen
María se trasladó a la casa de San Juan, llevó consigo algunos artículos
personales, entre ellos una mesa hecha por el mismo Redentor en el taller de
San José. Se cuenta que, cuando las mujeres piadosas de Jerusalén le pidieron a
San Lucas que hiciese una pintura de la Madre de Dios; fue la parte superior de
esta mesa la que el Apóstol utilizó para pintar la imagen. Mientras aplicaba
los broches y la pintura, San Lucas escuchaba con atención a la Madre de Jesús
hablarle de la vida de Su Hijo; muchos de estos hechos fueron plasmados en su
Evangelio.
La leyenda dice que la Imagen
permaneció en los alrededores de Jerusalén hasta que fue descubierta por Santa
Elena, en el siglo IV. El cuadro, junto con otras reliquias, fue trasladado a
la ciudad de Constantinopla, donde el hijo de Santa Elena, el Emperador
Constantino el Grande, erigió una Iglesia para su entronización. La
Imagen de la Madre de Dios y el Niño fue honrada por el pueblo y permaneció en
Constantinopla por quinientos años, hasta que se convirtió en objeto de varias
dotes y así fue a parar en Rusia, específicamente en la región rusa que más
tarde se convirtió en la actual Polonia. La Imagen vino a formar parte de las
posesiones del príncipe polaco, San Ladislao, y fue instalada en un lugar
especial de su palacio en Belz. Poco tiempo después, el castillo fue asediado
por turcos musulmanes, una lanza enemiga penetró en la Capilla por una ventana
hasta el icono, causando un rasguño en la garganta de la Virgen María. La
lesión permanece hasta el día de hoy, a pesar de los muchos intentos hechos a
través de los años para repararla.
Las crónicas narran que San Ladislao se
determinó a salvaguardar la Imagen de posteriores invasiones de los musulmanes
trasladándola a Opala, su ciudad natal, donde estaría más segura. En este viaje
llegó a Czestochowa, lugar donde decidió pasar la noche. Y durante esta breve
pausa de su viaje, la Imagen fue trasladada a Jasna Góra (que significa ‘colina luminosa’). Ahí fue colocada en
una pequeña Iglesia de madera llamada La Asunción. A la mañana siguiente,
después de haber colocado la Imagen con sumo cuidado en su carreta correspondiente,
los caballos se rehusaban a moverse. Aceptando esto como una señal del Cielo de
que la Imagen había de permanecer en Czestochowa, San Ladislao hizo regresarla
solemnemente a la Iglesia de la Asunción. Esto ocurrió el día 26 de agosto de
1382, día que aún se observa como Fiesta de la Imagen de Nuestra Señora. San
Ladislao ordenó la construcción de una Iglesia y Monasterio de los Padres
Paulinos, quienes devotamente se han encargado de su cuidado por los últimos
seis siglos.
La venerada Imagen fue puesta de nuevo
en peligro por los husitas, movimiento que se adhirió a la reforma. Ellos
invadieron el monasterio de los Padres Paulinos en 1430 y saquearon el suntuoso
Santuario. Entre los objetos robados estaba la Imagen de Nuestra Señora.
Después de haberla colocado en el vagón, los husitas avanzaron tan sólo una
corta distancia antes de que los caballos se rehusaran a caminar. Recordando
que un incidente similar había ocurrido a San Ladislao hacía unos cincuenta
años atrás, y dándose cuenta de que la Imagen había sido la causa, los herejes
arrojaron la Imagen al suelo. Ésta se quebró en tres pedazos. Uno de los
ladrones sacó su espada, golpeó la Imagen y le causó dos cortaduras profundas
en la mejilla; cuando se preparaba para golpearla por tercera vez, el Rostro de
la Virgen María empezó a Sangrar, y el hombre cayó al suelo y se retorció en
agonía hasta que murió; con pánico los asustados herejes retrocedieron dejando
la pintura. Las dos cortaduras en la mejilla de la Virgen, junto con el daño causado
anteriormente por la lanza en su garganta, han reaparecido siempre a pesar de
los repetidos intentos de restauración. Otra leyenda concerniente a la Virgen
Negra de Częstochowa es que la presencia de la Sagrada Pintura salvó a su Templo
de ser destruido por el fuego, no sin antes que las flamas oscurecieran los
pigmentos.
A la Virgen Negra se le atribuye
también la milagrosa salvación del Monasterio de Jasna Góra en el año 1655,
cuando el rey Carlos Gustavo de Suecia invadió el país y quiso tomar el Monasterio.
El prior no quiso entregarse y los tres mil soldados del general Müller y sus
19 cañones se disponían a destruir el monasterio, defendido por 70 monjes y 160
paisanos. El asedio duró seis semanas, y al final se retiraron. El general
Müller dijo que la Virgen se le había aparecido, obligándole a retirarse. Este
evento condujo al Rey Jan Kazimierz a coronar a Nuestra Señora de Częstochowa, la
Virgen Negra, como Reina y Protectora de Polonia en la Catedral de Lwów el 1º
de abril de 1656.
Otro suceso importante fue la victoria de Juan
III Sobieski sobre los turcos, que asediaban Lwów, conocida como ‘el Diluvio’.
Ocurrió el 25 de agosto de 1675 y la victoria fue atribuida a la Virgen de
Czestochowa. Los turcos tenían 300.000 hombres contra 6.000 polacos. Aquel día
el pueblo se había reunido en oración y vio cómo el cielo se nubló de improviso
y un extraño temporal se desató contra el ejército enemigo con granizo, rayos,
truenos y relámpagos, que los hizo huir despavoridos.
Cercano a nuestros tiempos, el día 14 de
septiembre de 1920, cuando el ejército ruso se estableció en el Río Vístula y
se preparaba para invadir la ciudad de Varsovia, el pueblo recurrió a la Virgen
María. Al día siguiente, fiesta de Nuestra Señora de los Dolores, el ejército
ruso se retiró después que la imagen de la Virgen apareció en una nube sobre la
ciudad. En la historia de Polonia, esta victoria es conocida como ‘El Milagro de Vístula’.
En 1948 la imagen de la Virgen de
Czestochowa lloró en la catedral de Lublin. En 1967 la imagen del santuario
lloró milagrosamente por segunda vez. Este santuario es el más famoso de
Polonia.[1]
[1] Fuente:
“Apariciones y Mensajes de la Virgen María, Primera Parte: Apariciones
aprobadas por la Iglesia, Otras Apariciones”, de Ángel Peña O.A.R. – Lima,
Perú, 2001.
No hay comentarios:
Publicar un comentario