Rosario del Niño Jesús - Antífonas de la O
Historia
Las antífonas de la
«O» reciben este nombre porque cada una de ellas empieza en latín con la
exclamación «O» —en castellano «¡Oh!»—. También se llaman «antífonas mayores».
Fueron compuestas
entre los siglos VII y VIII, y se puede decir que son un compendio de la
cristología más antigua de la Iglesia y, al mismo tiempo, un resumen expresivo
de los deseos de salvación de toda la humanidad. Estas antífonas se cantan al
inicio y al final del cántico evangélico Magníficat, en las vísperas de la
última semana de Adviento.
Cada antífona
empieza con la exclamación «¡Oh!» a la que sigue un título mesiánico tomado de
los oráculos de las profecías Isaías; con ello tenemos una aclamación a Jesús,
el Mesías, en la que se reconoce todo lo que Él representa para el cristiano.
Estas antífonas concluyen con la súplica «¡Ven a salvarnos...!»
O Emmanuel =
Dios con nosotros (23 de diciembre)
O Rex = Rey
de paz (22 de diciembre)
O Oriens
=Oriente, Luz solar (21 de diciembre)
O Clavis =
Llave de David (20 de diciembre)
O Radix =
Raíz, renuevo de Jesé (19 de diciembre)
O Adonai = Mi
Señor (18 de diciembre)
O Sapientia = Sabiduría,
Palabra (17 de diciembre)
Al proponer estas antífonas en orden inverso (del
23 al 17 de diciembre) con las iniciales latinas de la primera palabra después
de la exclamación «O», tenemos el acróstico
ero cras, = ‘seré mañana’ o ‘vendré mañana’; lo que vendría a ser como la
respuesta del Mesías a la súplica de sus fieles.![]() |
Rosario del Niño Jesús - Antífonas de la O |
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