lunes, 28 de julio de 2014

Mensaje de Dios Padre a la Humanidad dado a la Madre Eugenia Elisabetta Ravasio

Madre Eugenia Elisabetta Ravasio

Dios Padre le habla a Sus hijos

La Madre Eugenia Elisabetta Ravasio (1907-1990), de la Provincia de Bérgamo, Italia, recibió en 1932 la única revelación hecha personalmente por Dios Padre, que ha sido reconocida auténtica por la Iglesia después de diez años de rigurosísimos exámenes. El Mensaje de Dios, está recogido en el libro: “El Padre le habla a Sus hijos”. Es de notar que Dios Padre dictó el Mensaje a la Madre Eugenia en latín, un idioma para ella totalmente desconocido. 

Estractos del Mensaje Dios Padre



1º de Julio de 1932. 

Fiesta de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

Escogí este día para iniciar Mi Obra entre los hombres porque es la Fiesta de la Sangre Preciosa de Mi Hijo Jesús. Tengo la intención de bañar con esta Sangre la obra que estoy iniciando, para que dé grandes frutos para la humanidad entera.

He aquí el verdadero objeto de Mi venida:
  1. Vengo para eliminar el temor excesivo que Mis criaturas tienen de Mí, y para hacerles comprender que Mi alegría está en ser conocido y amado por Mis hijos, es decir, por toda la humanidad presente y futura.
  2. Vengo para traerles la esperanza a los hombres y a las naciones. ¡Cuántos la han perdido desde hace mucho tiempo! Esta esperanza les hará vivir en paz y con seguridad, trabajando para la salvación.
  3. Vengo para hacerme conocer así como Soy. Para que la confianza de los hombres aumente contemporáneamente con el amor hacia Mí, el Padre, que tiene una sola preocupación: velar sobre todos los hombres, y amarlos como hijos...

AL PAPA
Antes de dirigirme a todos, Me dirijo a ti, hijo Mío dilecto, a ti Mi Vicario, para poner en tus manos esta obra que debería ser la primera entre todas y que, por el temor que el demonio ha inspirado en los hombres, se cumplirá sólo en este tiempo...
... ahora te toca a ti poner esta obra en estudio y llevarla muy rápidamente a la ejecución.
Para ser conocido, amado y glorificado con un Culto especial no pido nada de extraordinario. Deseo sólo esto:
1) Que un día, o por lo menos un domingo, sea Consagrado para glorificarme, en modo muy particular, con el Nombre de Padre de toda la humanidad.
Para esta Fiesta quisiera una Misa y una celebración apropiada. No es difícil encontrar los textos en la Sagrada Escritura.
Si preferís rendirme este Culto especial un domingo, Yo escojo el Primer Domingo de Agosto, si escogéis un día de la semana, prefiero que sea el día 7 de este mismo mes..."

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