jueves, 4 de diciembre de 2014

Trisagio a la Santísima Virgen

Trisagio a la Santísima Virgen

Trisagio a la Santísima Virgen María


La Señal de la Cruz
  Por la Señal de la Santa Cruz,
  de nuestros enemigos,
  líbranos, Señor, Dios nuestro.
  En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

Amorosísima María, Madre del Verbo Humanado: Amo a Dios  y Te amo a Ti, Señora, con todo mi corazón, alma, sentidos y potencias. Y por este amor me pesa, Amada Hija de Dios Padre; me pesa, Amorosa Madre de Dios Hijo; y me pesa, Predilecta Esposa de Dios Espíritu Santo, haber ofendido a las Tres Divinas Personas de la Santísima Trinidad, y haberte agraviado a Ti. Propongo nunca más pecar, ayudado (a) de Tu Auxilio y Favor, y espero de Tu Caridad me alcances del Señor, el perdón de mis pecados y la Gracia para amar a Dios, y amarte a Ti todos los días de mi vida con profunda devoción. Amén. [1]


Himno

Ya el Sol del Verbo Divino
baja del Seno del Padre,
para en el Seno Materno
de María, tomar Carne.

Quedando Virgen Intacta,
y con más Gracia que antes,
en grado más eminente
por el ‘Fiat’ de las paces.

Ya los Ángeles se pasman
al ver una Unión tan grande,
y admirados Le dan gracias
al Hacedor, que tal hace.

Ya se renuevan los Cielos
y la Tierra a los mortales,
apareciéndose en ella,
la que es por Gracia, Impecable.

Ya los astros y planetas
con otra faz y señales
demuestran la feliz dicha
perdida por nuestros padres.

Y ya María se alegra
con Unión tan Inefable
al verse Madre de Dios,
Hija del Eterno Padre,
y de Su Espíritu, Esposa.

¡Oh, dichosa y feliz Madre!
Ruega, Virgen, por nosotros
en este tan triste valle,
para que seamos dignos
de ver a Dios y gozarle.

V:    María, Hija, Madre y Esposa de Dios.
R:    Ruega, Señora, por nosotros. Amén.

v  Dios Te Salve, María…

Se repite NUEVE VECES:
V:  ¡Santa, Santa, Santa María, Madre de Dios! ¡Toda Bella, toda Pura, toda Santa!   
R:  ¡Gloria a María, Hija del Padre! ¡Gloria a María, Madre del Hijo! ¡Gloria a María, Esposa de Dios Espíritu Santo! (En la última invocación se añade): Por infinitos siglos de los siglos. Amén.

    Este ejercicio se repite TRES VECES, desde ‘María, Hija, Madre y Esposa de Dios...’

Antífona 1:

A Ti, Hija de Dios Padre; a Ti, Madre de Dios Hijo; a Ti, Esposa de Dios Espíritu Santo, Te pedimos ruegues, Señora, por nosotros a la Santísima Trinidad. Amén.

V:   Bendigamos a María, Madre de Dios.
R: Alabémosla, ensalcémosla y glorifiquémosla eternamente. Amén.

 Oración:

María, Madre de Dios, intercede continuamente por nosotros, pues Te lo pedimos por la Dignidad que gozas de ser Madre de Dios para que, encendidos en caridad perfecta, amemos a Dios, a Ti, y a nuestro prójimo. Amén.


GOZOS DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

María, pues Dios Te escoge
para su Madre entre tantas.
R: Ángeles y hombres digan
que eres Santa, Santa, Santa.

María, cuando Te vio
en el Cielo, Lucifer
dijo: ‘¿Cómo a una Mujer
me tengo que rendir yo?’
Y, pues, soberbio pagó
con pena que nos espanta,
R: Ángeles y hombres digan
que eres Santa, Santa, Santa.

A primer grado, María,
Te elevó el Eterno Padre
a ser de Su Verbo, Madre,
con Gracia cual convenía:
Por esta Genealogía
que a toda la Tierra encanta,
R: Ángeles y hombres digan
que eres Santa, Santa, Santa.

De Tu Virginal Pureza
nos vino el Bien y la Gracia,
no dando en Ti la desgracia
de nuestra naturaleza.
Y por tan alta fineza
con que el Señor Te adelanta,
R: Ángeles y hombres digan
que eres Santa, Santa, Santa.

Que en Ti el Verbo tomaría
Carne, un Ángel Te anunció,
y Tu duda, Te advirtió,
por Obra de Dios sería.
Humilde diste Tú el ‘Fiat’,
Y, pues, nos da dicha tanta,
 R: Ángeles y hombres digan
que eres Santa, Santa, Santa.

De Tu Tálamo Materno,
que fue de Dios escogido,
Nació de Carne vestido
el Verbo de Dios Eterno:
Por esto, con amor tierno,
como la Iglesia lo canta,
 R: Ángeles y hombres digan
que eres Santa, Santa, Santa.

Eres Arca, Sagrario y Nave
donde encerró Su Tesoro
Dios, con el mayor decoro,
dando Tú la eterna llave
del ‘Fiat’, que sólo cabe
en Ti, ¡oh, Divina Infanta!
 R: Ángeles y hombres digan
que eres Santa, Santa, Santa.

Eres Virgen sin igual,
en millares escogida,
para dar eterna vida
a la prole racional.
Y por tan especial Gracia
tomó el Señor en Ti Planta,
  R: Ángeles y hombres digan
que eres Santa, Santa, Santa.
Tú quitaste los cerrojos
de las puertas eternales,
porque en Ti, de los mortales,
puso el Eterno Sus Ojos:
por ser Lirio entre abrojos,
y ningún mal Te quebranta,
 R: Ángeles y hombres digan
que eres Santa, Santa, Santa.
De Lucifer, el poder
quedó por Ti ya vencido,
porque de Ti ha Nacido,
de la Gracia todo el Ser;
y como ya a Lucifer
pisas, Virgen, la garganta,
 R: Ángeles y hombres digan
que eres Santa, Santa, Santa.
María, pues Dios Te escoge
para su Madre entre tantas.
  R: Ángeles y hombres digan
que eres Santa, Santa, Santa.


Antífona 2:

Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad, Padre Hijo, y Espíritu Santo, que tanta Gracia le dio a Su Hija, Madre y Esposa, María Santísima, Señora nuestra, a Quien alabamos con el Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo, por todos los siglos. Amén.

V:   Bendigamos a María, Madre de Dios.
R: Alabémosla, ensalcémosla y glorifiquémosla eternamente. Amén.

Oración:

Alabada seas, Santísima María, Madre de Dios, Reina del Cielo, Puerta del Paraíso y Señora de todo el mundo. Tú eres la Virgen Singular; Tu sola has sido Concebida Sin Pecado Original; Tú eres aquella Virgen Pura que concibió a Jesucristo sin mancha, por Obra del Espíritu Santo. Tú sola eres la Virgen y Madre elegida que parió al Creador y Salvador. Por esto, a Ti Te suplico, que ruegues por nosotros a Jesucristo, Tu querido Hijo y Señor, y nos libres de todos los males. Amén.


ALABANZAS DE REPARACIÓN
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

Bendita sea la Excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea Su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea Su Gloriosa Asunción.
Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito sea San José, Su Castísimo Esposo.
Bendito sea Su Inmaculado Corazón.
Bendita sea Su Divina Maternidad.
Bendita sea Su Perpetua Virginidad.
Bendita sea Su Poderosa Intercesión.
Bendita sea Su Universal Mediación.
Bendita sea Su Predestinada Corredención.
Benditos sean Sus Dolores y Sus Lágrimas.
Bendita sea Su Inigualable Coronación.


¡Madre del Verbo Increado! 
¡Ruega por nosotros
(TRES VECES)


Himno

Dios Te Saluda, Santísima María,
Dulcísima Madre de Dios,
y siempre Virgen Purísima,
Señora y Madre mía.

Tu Pureza Sacrosanta
se alabe en todo distrito;
y como a todos encanta,
digan levantando el grito,
que eres Santa, Santa, Santa.

Santa Hija de Dios, 
Santa Madre de Dios,
ruega al Señor por nosotros.
Amén.


Himno

Dulce María, Cándida Azucena,
Lirio entre espinas, siempre fresca Rosa;
Estrella, que el sol ciñe a la mar serena;
Fuente, que arroyos de Piedad rebosa;
Ave de Gracia, de Hermosura llena;
de Dios, Intacta Madre, Hija y Esposa.
Vuelve hacia mí, ¡oh, Clemente!, ¡oh, Pía!,
Tus Dulces Ojos, y Tu Auxilio envía.
Amén.






[1] “Ramillete de Divinas Flores”, 1910.


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